Comienza una aventura

Hace unos tres años comencé a encargarme junto con mi hermano de unos olivos que pertenecen a la familia desde tiempo inmemorial, de hecho recuerdo que en una ocasión mi abuelo me dijo que esos olivos los plantó el abuelo de mi abuela y que el los había conocido desde niño, es decir, que por aproximación se debieron plantar en torno a 1850.
Después de varios años de cuidados y varias cosechas muy escasas, por fin en la última campaña tuvimos una cosecha razonable, y esta campaña apunta a ser como la anterior.